En todos los ámbitos nos ponemos objetivos, personal, profesional, empresarial.  Es en los primeros meses del año, cuando establecemos aquello que es importante conseguir.
Lo que sucede con frecuencia, es que se esboza una vaga idea de lo que se quiere lograr, se establecen esos objetivos de forma poco precisa, como también ocurre, que no se trabaja con un plan de acción que le de vida a los mismos.
Según mi visión, existen 3 claves indispensables a la hora de trabajar con objetivos:
La primera, es la claridad o exactitud. Debemos tener muy en claro aquello que queremos lograr, ser precisos sin dejar lugar a dudas. Esto se relaciona con una detallada descripción del mismo y los aspectos que comprende.
En segundo término, tener confianza en el resultado. Esto significa, tener la certeza de que así ocurrirá, ya que ese factor es el que permite movernos con una en energía diferente, enfocada, direccionada hacia un resultado exitoso.
Por último, la acción. El movimiento, que estará determinado por las acciones que se realizaran   en base al plan de acción trazado, para manifestar aquello que deseamos.
No podemos dejar de mencionar, que  debemos procurar que esos objetivos sean posibles y alcanzables en un determinado plazo. Esto permite la medición y el análisis de los avances o retrocesos durante el proceso.
Es un buen momento para comenzar a hacer las cosas de una forma diferente y obtener resultados extraordinarios. Eso requiere de una nueva forma de ver las cosas y elaborar una agenda diaria desde ese nuevo observador.

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